lunes, 2 de mayo de 2011

Tic, tac, tic, tac,...

Cómo ha cambiado todo... Hace nada que no era más que un niño, que pasaba las tardes dibujando en mi pequeño cuaderno,  jugando al balón en la calle o andando en bicicleta. Pero los años pasan... y vaya si pasan, corren veloces cual rayo, y mis dibujos se acabaron convirtiendo en las letras de mis canciones, el balón y la bicicleta se convirtieron en la cámara...

y el micrófono...

y además, he encontrado a alguien muy especial con quien compartir mi vida...

Y bueno, también sigo conservando colegas de la infancia, pero no todo esta siendo tan positivo. Alguno de esos colegas parece que siguen una senda oscura y llena de peligros, pero la cual tomaron gracias a los envoltorios impuestos por aquello que les rodeaba, que lo hacia más apetecible, pero no sabían bien lo que ese envoltorio escondía, y por culpa de la venda que tambien llevan sobre sus ojos siguen sin ver la realidad, y se van adentrando más y más. Además ahora estoy viendo como es la cruda realidad, y me doy cuenta de lo feliz que se puede vivir a veses en la ignorancia. Vivo en un país, en el cual se pena en ocasiones el poder disfrutar de la cultura, y se premia la tortura y la matanza animal por mera diversión.

Pero yo no soy más que un insignificante habitante de un recóndito lugar, y además por mi edad me tomarán por un niñato y posiblemente no me hagan ni caso, pero lo que está claro, que utilizaré mi derecho de la libertad de expresion cuando lo vea necesario, y lucharé hasta el final por conseguir un buen futuro, y poder sentirme libre junto a lo más importante de mi vida...

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