lunes, 16 de mayo de 2011

Bondad putrefacta en un planeta perdido...

Cada vez que salgo al exterior, noto como si alguna mente lunática me estuviese vigilando, y como si su mirada afilada cual cuchillo carnicero, se clavase en mi nuca, casi pudiendo notar el tacto del frío acero. Cada esquina es hogar de la ira y la violencia, y en cada callejon puedo sentir el olor a azufre proveniente del infierno, y el olor a sangre derramado de gente inocente.

No hay remedio, la violencia, el dinero y el poder corrompen a la gente, y son atrapados por las garras del mal, y lo peor de todo, es que los que están más inmersos en dicha espiral maléfica, son los que ahora mismo están gobernando el más que destrozado planeta Tierra.

Presidentes sanguinarios, policías y alcaldes corruptos, curas pederastas, y un largo etcétera de personajes diábolicos, manipulan nuestras vidas como si fuesemos meras marionetas, en un espectáculo en el que ellos siempre salen beneficiados. ¿Donde han quedado esos cuentos infantiles en el que el bueno siempre era el vencedor? Pues están ardiendo en el fuego avivado por las mentes frías, que nos están llevando de cabeza a un final fatídico...

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