Sin embargo, hay días como hoy, que comienzo con el mismo procedimiento rutinario de siempre, y parece que esa brillantez de días pasados no persiste y que se desvanece por momentos, de hecho me siento patoso, torpe, sin nada ingenioso que decir, ni escribir, ni ninguna idea que llevar a la práctica. Me llego a sentir incluso inútil.
Entonces me pregunto... ¿Qué fué de aquella preciada creatividad? ¿Qué fué de aquellas geniales ideas que hacían que me asombrase de mi mismo? ¿Qué fue de todo eso? La verdad es que en estos momentos, solo me queda pensar como hago todos los días en mi musa, que es además mi pareja y la otra mitad de Alelí, a ver si me aporta la inspiración que me hace falta, como tantas veces ha hecho. Aunque a veces la ayuda de su inspiración no es suficiente, porqué hay días que parece que te levantas con el pié izquierdo, y no hay manera de remediarlo, pero si el pensar que siempre está ahí, y que siempre me apoya y me demuestra su amor y su afecto.
En fin, como se suele decir, no todos los días son fiesta, y bueno, si hoy no estoy creativo no tengo nada que hacerle, ya volverá la creatividad, y si no da igual, mientrás Alelí siga unido no hay de que preocuparse, seguiré adelante, iré a donde haga falta, y haré lo que haga falta para que así permanezca, y estoy seguro de que así será, y por ello es por lo que soy feliz, pues no necesito nada más.
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